Naikar amo tu nombre
-es un verbo nuevo-
es un verbo que jamás ha sido conjugado
para ser conjugado por nosotros
-nos naikaremos-
amo tus momentos de serenidad
-eres mi paz-
y amo tus disgustos
-eres potencia que me agita-
no existe vestigio alguno
sobre mis cielos para comprender
por qué estás aquí
en este mundo en que puedo llenarme de ti
-sin merecerte te he merecido-
como en las mil vidas pasadas
en que has acudido a mi encuentro
no sé cómo pagarte por salvarme la vida
-te entrego mi ser-
floreces en las praderas de mi corazón
y revelas tu figura en el eco de mi voz
-besas mi locura sin condiciones-
te bebo en la cálida consistencia
de mi dosis diaria de cafeína
y descubro tu impecable desnudez
sobre los lienzos blancos
donde mi alma se derrama en tinta sonora
gracias por romper las barreras
del tiempo y el espacio
y ahora con tu eternidad aproximada
a mi eternidad nuestras voces se unen
-nuestros silencios se entregan uno al otro-
y mi piel es más piel tuya que mía
y en tu piel soy más yo.