En donde estaré con mi amor mañana,
en qué otros brazos rudos estaré,
en donde estará prendida mi esperanza
y mi corazón de azúcar en qué pecho latirá.
Mis ojos están cansados de llorarte,
mi alma se cansó de tanto amar,
el pañuelo que mis lágrimas secó,
ese pañuelito al mar cayó,
estaba tan mojado del llanto
que de mis ojos salía, un manatial
que se confundía con las aguas del océano
y mezclándose con su salobridad,
yo quiero que las olas se lo lleven
y que no regrese nunca más.
No quiero tener yo tu recuerdo,
porque el corazón que te di lo despreciaste,
abriré la ventana de mi alma,
para que entre el sol a calentarme.
No quiero este amor sin calma,
no quiero un amor que se pierde en el olvido,
una flor en el fango no florece,
fue allí donde tiraste el amor mío.
No quiero recordar que yo te tuve,
esa sombra negra la quito de mi vida,
mientras yo te entregaba el alma mía,
tú a mi espalda con otra te reías.
Felina