Las semillas inciertas que mis dudas plantaron
germinaron en cardos de indolencia sin fin
que arruinaron la magia del magnífico lienzo
con el cual quise hacerme poesía en tu jardín.
Y sin cómo evitarlo de mis manos ansiosas
escaparon furtivos mis pinceles de amor
diluyendo entre lágrimas de injusta agonía
la exquisita ambrosía que te quise ofrecer.
Fue por ello quizá que en las alas del viento
como el tiempo pasado te alejaste de mí
despojando de rosa mi paleta de sueños
y cubriendo de sombras lo que pudo ser luz.
Ya no pueden mis trazos remediar lo perdido
ni salvar los colores que tu adiós se llevó
pero tal vez mis versos sean las hojas gitanas
que doradas de otoño te recuerden mi amor.
Fabio Armando Urrego Valderrama
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