Se va el otoño,
nos deja sus alfombras
de mil colores.
En ellas quedan
los versos y utopías
de las personas.
Niños y ancianos,
igual que los mayores,
viven los sueños.
Y es que el otoño
es tiempo de nostalgias
y de ilusiones.
Todo se mezcla
y todo es recibido
con gran ternura.
Aunque, sin duda,
recuerdos y nostalgia,
van de la mano.
Quizás nos digan
que el tiempo va corriendo
y que se acaba.
De todas formas,
vivamos el presente
que es lo que importa.
Hoy es otoño,
mañana será invierno
y hay que seguir.
Recogeremos
la alfombra de los sueños
para dormir.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/11/22