Escucho el graznido del tren a lo lejos/ el silencio es eterno/ solo teñido por el inocuo canto de los pájaros. /El lago Lemán concavidad donde descansan/ las esperanzas de generaciones/ hoy recibe mis ensueños. / Firme y seguro lo apuesto todo, sabedor del propio esplendor/ y le doy la mano. / Soy un velero que burla sus deseos/ el me esconde sus secretos/ vengando mi audacia. / El hombre guindando de las estrellas/ condensado en la seguridad de que todo pasará/ menos él. / Abierto a todos los esplendores/ finge caminar por el agua/ más está volando. Juan Bacot