¿Por qué mi tristeza
llega silenciosa, como ave en la azotea,
e invade mi cabeza
sin que yo la vea?
Y luego me pesa como algodón
que se ha sumergido en la laguna,
es una desagradable sensación,
como ninguna.
Me deja quieto, pues los pies me pesan,
y mis ojos se mueven lentamente,
poniendo freno a mi mente,
ignorando el cariño de los que me besan.
y si el sol brilla, lo ignoro,
mas bien mi frío se intensifica,
y aunque me ilumine un foro,
su luz no testifica.
Quiero descargar con mi poesía
el no se qué, que me entristece,
a ver si así un poco de humor reaparece,
antes, de que acabe el día.
Autor: Bernardo Arzate Benítez.