(Dueto)
En esta tarde gris,
cuando el velo de la nostalgia
se enreda en mi pensamiento,
llegas tú mi consuelo.
Con dos claveles en tu mano,
y la sinceridad en tus labios a decirme.
\"Amor cuanto te quiero\".
-Esta tarde gris,
cuando el sol se posa
al borde del olvido,
llego a ti con mis anhelos
a decirte que te quiero.
Con claveles en mis manos
y mil besos en mis labios.
Mi corazón que era un yermo abatido
ahora salta de gozo cual crisantemo
que al rezo se erige ceremonioso,
antes de ser depositado en una tumba sombría.
-Mi corazón siente alegría
al cantarte melodías
y florece victorioso al vivir de tanto gozo
que me entregas, alma mía.
¿Y cómo no amarte vida mía?...
Si el otoño ha desprendido
las hojas cuando estoy contigo,
y las ganas inmensas de amarte
se enredan en mi alma cada día
que escucho de ti, mi nombre,
que pronuncias como si fuera un canto celestial.
Y que cada vez penetra poco a poco
como daga afilada que mata de pasión
mi corazón enamorado.
- ¿Y cómo no amarte amor mío?
Si me llenas de dulce olor a primavera
y le das colores de vida a mi jardín
y a mis estrellas.
Si te enredas a mi cuerpo como hiedra
y en mi alma siembras versos
de ese amor que vive en ti.
Te amo si,
en el tiempo que transcurre,
en mi pasado y mi futuro,
porque soy de ti,
de tus ausencias que provocan llanto
a mi alma enamorada.
Más cuando apareces nuevamente,
vuelve a renacer la primavera
en mi alma de poeta.
Y hoy la luz de mis ojos tristes,
destellan alegría al contemplarte vida mía.
-Te amo, sí.
En el tiempo que ha quedado
congelado en nuestras manos
y que guarda los momentos
del amor fuerte e intenso
que a tu lado estoy viviendo.
Y la luz que hay en tus ojos
es espejo de mi gozo
cuando estás cerca de mí.
Te amo, sí.
Escritores Mexicanos Carlos Eduardo Lamas
y Ma Gloria Carreón Zapata.
Año 2014.
Derechos reservados.