Hoy, es un día muy memorable;
dejas de ser adolescente para convertirte
en una hermosa joven ciudadana;
dueña de sus derechos, pero también
de obligaciones; con la encomienda
de vivir con responsabilidad;
cada decisión que tomes, piénsala dos veces,
porque todo lo que hagas tiene una consecuencia.
Hoy, quiero decirte que me siento muy orgullosa
de que seas mi hija;
me has maravillado con esa soltura e inteligencia
que te caracteriza;
tu sentido común y sabiduría nata me agradan;
Dios te ha proveído de muchos dones,
y solo soy quien te ama y te acompaña
en este transitar llamado vida.
Solo pido a Dios que sigas siendo tu misma;
que Dios guíe tus pasos por sendas seguras;
que tus proyectos sean cumplidos con éxito;
que el amor, la paz, la salud y el bienestar
siempre vayan contigo adonde quiera que vayas.
Hoy me complace poder felicitarte
y saber que eres una gran persona
con una gran calidad humana;
Hoy quiero recordarte que te amo con todo
mi ser y que siempre voy a estar contigo.