Ha dedicado su vida,
con esfuerzo muy tenaz,
a no vencerse jamás,
pleno de fe y alegría;
y logró cuánto quería,
interna felicidad,
se cobijó en la verdad,
de la paz y la armonía;
hoy en la paz de su casa,
de nuestro templo interior,
con serenidad amasa
la fortaleza y pasión,
para compartir la llama
que emana del corazón...