Atento como un gamo
debajo del balcón estoy
ventana abierta
habría de ver su hermosa cabellera.
Rizos cenizos y perlas blancas
quisiera tocar
noche larga
de balido continuo.
Cada estrella tirita
alumbra endeble figura
sombra con ternura
a mis pies muda.
El amanecer
hace la sombra desaparecer
en la noche mía
en el día, se vuelve, una simple caricia.