Háblame en el espíritu eterno de la carne,
No me niegues
No te encolerices
No me jures
No seas mi enemigo
Yo no pido tener tal poder entre los hombres
Redescúbrete ante mí que mi divinidad te espera,
Se mi madrugada se mi esfera
Que mi carne resucita todas las noches
Y hasta los más olvidadizos se olvidan,
Que era yo su amante más bella.
Háblame en el ímpetu sin tu carne,
Atrévete amarme sin nada como la vida misma,
Que al contemplarme caigas rendido,
Por el magnetismo, por el aura de mi clamor,
No te espantes
No te asombres
No me odies
No hagas deseos en vano
Soy cual hermosa que deslumbra el universo,
Soy musa teatral de grandes canciones,
Soy títulos de cine inspirados en mi belleza,
Soy un regazo de cuna,
Soy la espía de miles de enamorados
Ríndete ante mí que mí.
Carne resucita todas las noches
Autora: Jade. Bueno