Polvorienta senda de regreso a mí pasado.
Mirando atrás…pierdo la vista en las acuarelas de mi nostalgia,
y recorro con mi mente los pocos gratos momentos de mi infancia.
Si yo pudiera volver allá…
suspendería los relojes,
me robaría sus manecillas…
y las escondería de la temeridad de la realidad.
Si algún día llego a inventar la máquina del tiempo…
regresaré allí…dejándolo todo…
y solo cargaré en mis alforjas… mis versos,
aquellos que le dediqué a la luna…
a esa inquieta luna llena …rodeada de doncellas…
de ese millar incontable de presumidas estrellas.
Y llevaré conmigo…los versos que me inspiro la mar…
con su resaca bipolar…
de unas veces manso y apacible, como si estuviera muerto,
y otras irritable e iracundo…de insoportable humor.
Irán conmigo todas las letras que solaparon mi tristeza…
las que me acompañaron en tantas noches brunas…
y construyeron insomnios soportables…
con amaneceres despertando a esperanzas fugaces,
las que desnudaron al desamor…en su traición imperdonable.
Las tristes letras de este sentimiento incontenible…quebradizo,
pero que se resiste a expirar…
a pesar de hospedarse constantemente con la agonía del cansancio.
Pero, sobre todo, envalijaré aquellos poemas de amor…
consagrados a la musa de mi herida…
tan solo para recordar que alguna vez amé…
tan intensamente y profundo…
que tembló Eros…el vanidoso Dios del amor…
y con él, todo su ejército de cupidos…incumplidos.
Me llevaré conmigo esos poemas de amor…
que un día los declamé con ímpetu y fervor
con la furia explosiva de un volcán encendido de pasión…,
y con la mansedumbre que inspiran los rosales color carmín
con la humedad esparcida de la lluvia…
y con la frescura del rocío posado en las verdes matas de mi jardín.
Me llevaré las odas y liras de mi exuberante inspiración,
todas las que construí para ti…
aquellas que emergieron con la intensidad del candente sol…
y que se derritieron sobre tu cuerpo maquillándolo de tentación.
Y llegaré allá…
a mí pasado primitivo…
al pueblo de mis memorias…
a mi vieja estancia de remanso gris…
envuelto en la magia de mí heredad.
Llegaré a cumplir mi último propósito…
el de extinguirme en paz.