El Arlequín

BERLINCITO

BERLINCITO

¿Cómo; o con qué se quita la tristeza?

No entiendo; ¿con que derecho alejaste tu almita de la mía?

Hoy te encuentro dormidito, te tomo entre mis manos...

...Pero ya no estás aquí.

Te llevas toda tu algarabía, tus ruidosos brincos, tus miradas enternecedoras, tus dulces coqueteos y poses de belleza.

Estoy ahora ciego, porque tu jaulita ya se encuentra vacía,

me dejas estigmatizado, con un nudo en la garganta y sordo, pues hasta tus melodiosos trinos se van guardados en la cajita de tu cuerpecito.

Tus alitas inertes; aquí frente a mis sorprendidos ojos, tu tragón piquito cerrado para siempre.

Ya abriste tus alitas del alma, para emprender el viaje hacia la luz de una mejor vida.

¡Quien te hubiera visto! Bajaste del cielo para alegrar mi alma y me robaste el corazón.

Tu tan pequeñito, pero intrépido, con todas las ganas y fuerzas para vivir.

Muchas Gracias por la picada en mi dedo; de tu bendita despedida, por tu ejemplo de vida, de amor y de tu gran enseñanza por este camino llamado vida.

Te amo y te recordaré hasta donde te encuentres mi querido compañerito de vida...

Adiós mi lindo Guerrero Berlincito.

¡Hasta Siempre!

14 de noviembre 2022.