Son lentos los días cuando no te has enamorado
Se sienten alargados y aburridos y con algo de temor
Temor a nunca sentir lo que es estar del otro lado
Del lado de las rosas, del lado de la luna, del lado del amor
¿Se sentirá agobiante, irracional, elegante o inquietante?
¿Me llegará como dicen los suertudos, en el momento debido?
¿Me llenará los días de pensamientos dichosos y apasionantes?
¿O nunca llegará y todas estas fantasías se quedarán en el olvido?
He tenido oportunidad de tener lo que tal vez ya hayas tenido
Sin embargo, algo siempre me detiene, me atrapa y me sostiene
Es un miedo inexplicable, es una cadena que aprieta mi corazón herido
Me ciega los ojos y me deja las manos frías con un estupor que se mantiene
Y me mantiene quieto, impávido, solo, pero siempre deseando
Y ese deseo es el que me levanta y me va matando alegremente
Matando porque no me alcanzaran los años para esperarlo cada mayo
Y alegre pues si llegase no me alcanzarán tus labios para besarlos eternamente
Si te enamoras de mí, dímelo rápido y sin alarmarte
Dímelo en la madrugada en cuanto apenas despierte
Para aprovechar cada momento de esa realidad fascinante
Para aprovechar el alba y escapar de esta insufrible mente.