Carlos Justino Caballero

EL LLANTO Y EL ROCÍO

El llanto silencioso de las flores

no llega a mis entrañas ni me duele

porque es un fresco rocío que allí pende

hasta ser sublimado por el sol.

 

Estoy ante el asombro del milagro.

 

Vive y late en su nimia sencillez

y ni piensa en su recato que es hermoso,

que es en su hermosura observado

y que puede llegar a ser canción.

 

Ambarino encanto en mi mirada.

 

Es a ese llanto al que le canto

antes que la vida lo disipe en la luz

que a mis ojos ilumina… rocío en flor;

sencillo y humilde en su altivez.

 

Y durará ese canto en tanto… lo desee el sol.

 

Y omite mi contemplación recreativa

a la púa de la espina que protege

a ese llanto hecho rocío y a la flor.

No habrá dolor si no la tocas…

 

y dejas que el sereno llore al sol.

 

De mi libro “De trazos del borrador”. 2017 ISBN 978-987-4004-51-2