Mientras dormías,
crecieron los abrojos al pie de las murallas
que rodeaban tu castillo.
Se fue cubriendo de musgo el camino amarillo
donde un león cobarde, que teme a las batallas
(Igual que yo las temo, luchar nunca es sencillo)
buscaba refugiarse tras algún pajarillo.
Mientras dormías,
en un lecho celeste con estrellas de plata
escondían los ratones agujas y dedales.
(Mientras corría mi llanto formando manantiales)
¿Dónde huyó el corazón del hombre de hojalata?
Tal vez fue a refugiarse en un bosque lejano
donde en una cabaña discutían siete enanos.
Mientras dormías,
en el fondo del mar se ahogaba una sirena
por respirar el aire de un amor imposible.
Nadie pudo advertirle, la bruja nunca es buena;
siempre termina el cuento del modo más creíble.
(seguro igual que yo, también era un ilusa)
¿O no es cierto que el lobo devoró a Caperuza?
Mientras dormías,
Un ladrón jovenzuelo una lámpara hurtó
sin sospechar que un genio penaba en su interior
y que mil y una noches el duelo perduró.
(igual él me robaba mi credo en el amor)
Mientras, a un ser de palo le crecía la nariz;
cuando dices mentiras, no puedes ser feliz.
Porque mientras dormías
yo soñaba contigo;
cuentos color de rosa, de ilusión infantil,
sin saber que dormía con mi peor enemigo.
Con el ogro, el villano, el cobarde más vil.
Pero al fin ya no duermo, ya los ojos no cierro,
ya no vivo de cuentos, dejé Nunca Jamás.
Se murió la princesa, ya mañana es su entierro.
Me libré de tu encierro… y ya no hay vuelta atrás.