Hemos vivido todo frente a estas tardes de sombra.
Las nubes perseguían tus ojos en el cielo
mientras el día abrazaba su último suspiro.
Yo vivía entonces como en un sueño
preso de la ilusión que tu amor despertaba.
Pero, entonces, ¿qué fuimos?
¿Qué palabras nos ahogaron?
¿Qué llamas no encendimos?
¿Por qué será que el cielo escribe en mí estas cosas
cuando me siento solo, pero contigo al lado?
Cierran sus corolas las últimas estrellas
y como en esa noche, tengo el corazón destrozado.
Nunca, nunca sabrás estas lágrimas
nacidas del dolor de nuestro cielo abandonado.