Joseponce1978

Los días fungibles

Desgasta tus días con el uso y no te acuestes sin desembalar las horas. Procura irte a la cama bajo la satisfacción de haber usado tus días hasta dejarlos descoloridos, raídos de tanto usarlos, y no los tires a la basura sin estrenar. Tampoco los regales para que otros los disfruten por ti.

Cada mañana la vida nos ofrece un folio, un lienzo o un pentagrama en blanco con un tiempo limitado para escribir un poema, pintar un cuadro o crear una sinfonía. No importa si al ponerse el sol, el día te ha quedado emborronado; intentarlo es lo que cuenta. Pero no te permitas tirarlo a la papelera por la noche tal como te ha sido entregado. No lo dejes caducarse en el frigorífico sin saborearlo siquiera. Agótalo hasta dejarlo sin aliento. Déjalo tan deteriorado que no sirva ni para ser reciclado.