Sus palabras las dice con hondura
Él, aunque siempre procura,
nunca siente el poder de la locura.
Vuelve y se repite el pendiente,
que para ver más allá del horizonte
hay que dejarse ir de lo corriente.
La profecía de la certeza.
Se engaña en su propia pereza
y no logra ver mas allá de su cabeza.
Implora por la ampliación de su léxico,
para mejorar la decoración de su sentir,
dejar la filosofía de mosquito apopléjico.
Un constante ciento y medio de su calvario,
un pulsante \"miedo siento\" de todo momento,
vacilante facultación psicológica del parasitario.