Insaciable,
como la noche eterna,
sobre el mar abierto,
besando el cielo en el horizonte,
en el espacio de lo eterno,
donde el tiempo y los sueños,
se transforman en inmortales momentos.
Así, insaciable me siento.
sobre mi barca placida,
bajo el azul profundo,
donde me abandono y entrego,
contemplando tus ojos perpetuos,
bajo un cielo de seda,
donde rio y gozo,
recibiendo su silencio.
Insaciable,
como el paraíso en un lienzo,
anhelando el sueño del cual no despierto,
y el saber de dónde procedo,
desde lo profundo de mi pensamiento,
como lo necesario del sufrimiento,
que atesora lo infaltable de un abrazo,
y la ternura de una caricia.
Así, insaciable me siento.