El cielo esta perdiendo el brillo azulado, las nubes bombeando agua bañan a los hombres he inundan las tierras de los refugiados, el llamado se hace presente puesto a que mi pecho así lo siente, desdicha, frágil mi palpitar, siento nerviosismo y el momento parece pronto acabar.
En la altura mis ganas claman y gritan con fuerza que el tiempo se detenga y que no acabe tan pronto del amor la unión, un tanto de felicidad y olor a paz. Olor a piel húmeda como a tierra mojada, un olor diferente a todos los demás.
El momento se acerca, el tiempo en contra reloj, manipulo el día a mi antojo, pero este sale por la tangente pasando uno más, y llegando de nuevo otro, uno más, uno menos, horas inciertas para un sentimiento verdadero, ¡verdad! ¿Cual verdad? Si en mis adentros solo sienten temor, y las ansias confunden al amor.
Olor a miedo, un olor derivado al fracaso emocional, uno que se incrusta en mi cuerpo, en mi alma, en mi mente, esa que me manipula cual títere, esa que me hace perder la calma. Olor a fragancia envenenada, haciéndose pasar por el mejor dulce, por un bocadillo exquisito, para que al final de todo, nada sea igual.
Henry Ruiz
16 DE NOVIEMBRE 2022
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