No todo es azul
Me encamino, con paso jubiloso,
hacia el misterio que paciente, espera
descubrir en mi sueño, diz que hermoso,
el furor embriagante de la fiera.
De la fiera que escondo en lo nefando
de mis versos, carentes de poesía,
este cáncer que ha ido mutilando
la esperanza, sin fe, de mi alegría.
De mi alegría ingenua y transparente,
de recursos ambiguos, estreñida,
que no tiene qué ver, con la indigente,
absurda vanidad, de mi otra vida.
Mi otra vida, que empieza en los altares
que consagró el amor, para mi pena;
yo me embriagué de luz en tus lunares...
te vi dormida y te juzgué azucena:
Mas resultaste rosa sin espinas.