Lucy Quaglia
Entrada
Entrada desperdigada,
ilusionada y extraña
que me lleva al laberinto
de cosas que no terminan
mientras me hamaco en el aire
sobre una hectárea de pinos
que protegen hojas verdes
con púas de acero fino
aunque el viento las empuje
a que caigan al camino.
Entrada con flores claras,
de alelíes, de jazmines,
formando desesperadas
alrededor de la puerta
un arco que las mantenga
mientras que la gente pasa
caminando hacia la huerta.