No me obligues a cambiar de vida
no me fuerces a mudar de piel,
soy así y lo he sido desde niño,
un guerrero sin tregua ni cuartel,
yo no busco prebendas ni sobornos,
yo no quiero banderas de papel
ni panfletos en los telediarios,
quiero encontrar la justicia de una vez,
liberarla de pactos y cadenas,
devolverle la espada y el poder,
recuperar el fiel de la balanza
y arrancarle la venda de una vez.
Yo no quiero leer letra pequeña
ni escribir con dos plumas a la vez,
quiero ser ciudadano de primera,
no un votante atrapado por la red
de intereses pactados y bastardos
-una hoja en el rollo de papel-
con la que limpian su historia y su conciencia
si han tenido conciencia alguna vez.
Basta ya de desfiles panfletarios
con lejías y cabras de cuartel
escoltando a Jesús crucificado
-mercenarios a sueldo del poder-
basta ya de asesinos bajo palio
de vampiros, de ratas, de ciempiés,
de cuervos esquilmando los sembrados,
de buitres palaciegos sin más ley
que arrasar los graneros de su pueblo
aunque el pueblo se muera de hambre y sed.
Si esta es la sociedad que ofreces
no eres madre, ni esposa ni mujer
eres una ramera de uniforme
que malvende sus hijos al poder