"El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad."
Ludwig van Beethoven
Al latir de un corazón
con los brazos abiertos te recibo en la respiración,
aurora de mi bella mañana,
atizas a mi violín en eco de tu inspiración
Ya no es necesario a diapasón,
cuando en mi suspiro la alegría logra la armonía,
parecería un lamento, pero a mis hermanos eleva
en un canto que enaltece con sinfonía de vuestras intemperies
En auxilios abiertos, con el viento a mi pecho
me ciñes, envuelves y atrapas,
todo en un canto a la alegría
de una dicha en día de mis alboradas
Mírate hermano, que en orfeón logra eco,
sin apariencia en color o sutileza,
porque de la nobleza el título en oro sale sobrando,
cuando desde mis cielos Beethoven lamentas
a crueles amantes en malicia constante
Himno a la alegría, regalas y engalanas,
sentimientos en clamor de nuestra esperanza,
siempre con la veta de una agraciada distante,
a vuestro himno nos unes como hermanos.
Clavel Rojo © Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados