Nunca pensé, que un día, tu felicidad me haría daño
Nunca pensé, que llegaría el día, que te dijera te extraño
Nunca pensé. Nunca pensé. Nunca pensé a tu lado
que las palabras que te decía, provenían de un corazón ilusionado
Entusiasmado de un mañana, que esperaba de ti, estar atiborrado
Añorando un tiempo, en el que mi deseo, este consumado
Pero que nunca pasó o pasará, porque ahora está, encerrado
De nuevo, en su abismo más profundo, y callado
Pero aún con esperanzas de ser liberado
Aun sabiendo que inherentemente ha de estar confinado
Porque solo es progenitora de nauseabundos sentimientos
Que acarreados de amarguras paran, como de inmundos retratos
Es por eso mismo, que nunca más volverá a ver la luz
que uno ya no quiere volver a recorrer su sendero
de desgarros, que no creo poder seguir soportando
su descaro.