Y para no pensar en lo pasado,
se debe haber sentido lo sufrido,
que para tolerar lo tolerado,
se tiene que aguantar lo más herido,
y con ansias se quiere lo querido,
y con fuerzas se adora lo adorado,
se tiene que haber sido castigado,
para poder amar, lo que es vivido.
Para poder gozar de lo gozado,
debe sufrir primero la tortura,
para en la vida amar, lo que es amado.
Siempre se comprende, lo incomprendido
en cuanto se acaricia la locura,
que siempre es la que salva del olvido.