Decir que no te amo es un peso menos en mi mochila, pues el silencio es una carga muy grande.
Te miro a la cara y juro por Dios que el efecto que causabas se esfumo; me duele quererme ir.
Las peleas constantes dicen basta, mi cansancio emocional se convierte en ese nudo que ahoga, mi cuerpo no es el mismo; solo me sale llorar.
Los días son todos iguales; te despiertas, te levantas y te vas. Me despierto, me levanto y comienzo a limpiar; continúa la soledad de fondo.
Decirte que ya no soy feliz, me pregunto para qué, a ti no te importa y a mi se me acabaron las señales; quiero salvar lo que queda de mi.
Gritos, insultos, empujones. Las disculpas y promesas después, ya para qué. Has matado lo que sentía por ti.
Desearte suerte y arrancar la página, pasar el duelo, aprobarlo y comenzar de cero.
Quiero vivir otra vez.