Nadie recuerda la envidia propia,
la oculta en orgullo o lucha,
a casi todos nos cuesta la autocrítica,
es cierto que la propia vida te ataca.
Nadie recuerda cuando se es canalla,
la persona que no te llenaba,
que la duda justificaba tu maledicencia,
te da igual cuando algo te reprocha.
Nadie recuerda la felonía ajena,
te impide disfrutar de la vida,
vivimos en nuestra propia penumbra,
la felicidad no existe, solo la cordura .
Nadie recuerda al que humillaste,
tu solo buscabas tu mejoría,
hasta mi hijo hoy mismo me lo recuerda,
en la sociedad es un axioma y paradigma.
Nadie recuerda la mentira autoimpuesta,
cuando a sí mismo se autoengaña,
La mentira cuando no se castiga,
se convierte en falsa creencia.🤔