Hay un sentimiento que corre como el río,
bajo las nubes y el rocío y es mío.
Hay un cuerpo que ve y habla sin olvido,
un milagro que los astros tiñen cual Cupido.
Y con amor, yo siento y es mío.
Un prodigio que goza por la tierra y el cielo,
que ama bajo las alas azules del vuelo
y que se pierde en la inmensidad
de las sonrisas de los lindos labios
de ternura, de ansiedad y fuego.
Y con amor, yo siento y es mío.
Es el sentimiento el que habla al amar,
que mira con profundidad al contemplar,
que se inflama al ver acariciar,
que llora cuando vuelve a callar.
Y con amor, yo siento y es mío.
Elevo las plegarias por ser yo el milagro,
de ese majestuoso sentimiento alado
por la maravilla de estar a su lado
y como el río, amo y beso…
a su alma que es la mía,
a la flor de color de rosa,
de perfume fragante
de matiz de infinito
y de pestañas
de mujer.
Y con el amor, yo siento,
siento que esa flor es mía.