Te amé mucho nos quisimos
debajo de aquel vergel
en que me brindaste un beso
con dulce sabor a miel
dicha brotó desde adentro
nos envidió aquel laurel
la tibieza de tus mimos
fueron muchos a granel
desde entonces señor mío
mi alma sigue siendo fiel
porque querer sólo tú
has explorado el dintel
de mi boca de mis ojos
semejantes a un clavel
hoy rememoro aquél nombre
del gran escritor aquél
que me amó como bien se ama
a mujer de otro nivel.