emiliodom

Inquietudes

 
Os diré que procuro no sentir el vacío del alma. Tus ojos, ti cálida
boca y tu encanto personal, ofrecen color y calor a mi vida. Estoy
deseoso de beber en tus labios y evitar fallecer en brazos de la
esperanza incierta. Hoy al abrir la ventana se ha llenado de luz
mi habitación, entiendo que pueda tratarse de una invitación.
Entonces con el mismo gozo de un niño, al que le han regalado
su juguete preferido, he salido a la calle, desnudo de palabras
para buscarte en el resplandor de lo divino. Hechizado me vi
al llegar la noche rodeado de sombras sin nombre... ¡Os juro
que no deseo naufragar en el mar de las tinieblas! Sigo
extasiado por tu ausencia, espero tu llamada para verme
enredado en esa luz dorada de tu risa. Quiero reencontrame
con el sabor clementino de tus besos.