Pego es una quietud que nos inquieta.
Sedimentados los lastres antiguos,
Asoman numerosos brotes tiernos
Que despiertan la ilusión vitalista.
Si la melancolía se acrecienta,
De aquellas norias regando los huertos
Con abundantes aguas dando saltos,
A los mejores alientos levanta.
Nos sitúa en la frontera incierta,
Donde actuamos tensos y afanosos
Con la mentalidad pronta y dispuesta.
En las casas bullen los sentimientos
De esa entidad representativa,
En aquella quieta presencia unidos.