Por sus calles caminando,
muy temprano en la mañana,
alegre yo voy mirando,
como amanece en mi Habana.
El malecón serpenteando
el norte de mi ciudad,
lo disfruto caminando,
admirando esa beldad,
La beldad que me enternece,
al caminar de mañana,
cuando brillante amanece,
un nuevo día en mi Habana.
El Morro, con su farola,
se yergue muy majestuoso
y lo acarician las olas
del Atlántico impetuoso.
El Casco Histórico muestra
su arquitectura temprana,
así los años demuestran,
la antigüedad en mi Habana.
Cada municipio ofrece
su belleza peculiar,
por eso, Habana mereces
un amor muy especial.
Así describo el paseo
que disfruté de mañana,
reflejando lo que veo
de hermoso y bello en mi Habana.
Vero