Me gustaría que comentes esta poesía
que nació
del corazón del olvido
Añoranzas vespertinas
colinas apretujadas, donde los rayos solares
bañan de holgura sus superficies
Ya nada existe
se extinguieron las últimas amebas
y el tiempo se corrió
asustado de ver los abismos de Jesús
Respira hondo
fondo profundo, meceta arrebujada
dientes contritos, gritos en la oscuridad
sonrisas de floristería
ademanes de gata