En el proceso de medir temperaturas, Que habitan perdidas en tu envoltura. Alcanzo el tacto de las ascuas , La herida leve del arado sobre las dunas. . No te miento, soy más brisa que nube, Más ola que huella, sobre la orilla de los caminos. Así dure el tiempo de mi caricia, Lo propio del olvido, Efímeras como las ciegas flores de la noche . Puede parecer atrevimiento , Pero te presiento como la arcilla Necesitada de mis dedos creativos. Las curvas de tu horizonte, Alcanzan los pigmentos de las tardes Tan solo sobre mis ojos Únicamente , entre las perspectivas Donde yo te dibujo . Mi corazón se alimenta, De los poemas de tu pensamiento. El papel vivo de tu cuerpo, No te miento, siempre lo dejé en blanco.