Todavía presiento aquí tu amor,
junto a tu fiel estrella soñadora.
En la distancia brillas como aurora.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
Asoma por tus labios un temblor,
cual pétalos de luz al mediodía.
Tu juventud se hace poesía.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
De tus ojos café brotó una flor.
Y cae en tus miradas esa tarde,
y le ruego al Altísimo te guarde.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
En tus pasiones siento el sudor
que en mi piel matizada, así, se aferra.
Como la lluvia en tu fértil tierra.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
Desprendes de tus manos el candor.
Cual del cielo desprenden las estrellas,
y dejas en mi alma muchas huellas.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
Por tus miradas me volví cantor,
como lo hace el amoroso jilguero.
Te canto como lluvia en aguacero.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
Tus manos son de rosa el gran fragor,
que se deshoja en mis sentimientos.
Primaveras de bellos...mil momentos.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
A tu lado huye raudo mi dolor.
Tu panacea de bondad me quema.
Y brillas cual eterna y suave gema.
Y otra vez en mi piel está tu olor.
Derechos revervados de autor
John Morales Arriola