Han pasado quizá unos cuantos años desde que te fuiste... Desde que te marchaste todo fue distinto, no tenía a alguien que me diera los buenos días, o que me ayudará con el desayuno para irme a la escuela. Me dolió el día que te marchaste, como no tienes idea, te extraño...
Te recuerdo en los momentos más bellos de mi vida, y aunque te marchaste cuando todavía era un pequeño, no hay ni un solo día que no te recuerdo con el mismo cariño de siempre.
No te pude ver en mi graduación de la preparatoria o de la universidad, pero eso no significa que no hayas estado ahí, porqué donde quiera que estés, sé que estuviste siempre mirándome crecer ... para un día convertirme en el hombre que formaste con tan buenos ejemplos y principios; todo gracias a ti, Papá.
Ahora, quizá después de tanto tiempo alguien me diga así como yo un día te dije a ti ... y sabes? le contaré tus historias que me contaste, así como también los maravillosos momentos que pasastes con nosotros.... De como fuiste conmigo, y del mejor ejemplo a seguir, que a pesar de estar enfermo nunca te rendias... recordando siempre tu lema favorito... Hasta la victoria... Siempre, Papá.