Pintamos sonrisas juntos cuando el sol se escondía
y el tiempo era sólo un juego para aprender.
Recogimos tantas lágrimas
para bebernos un sueño que desaparecía
o una esperanza que perdimos sin querer.
Nos enseñamos el alma cuando una mirada indiscreta
mostró cuánto llueve por dentro cuando se muere una ilusión.
Pusimos un colchón como suelo
no para que no cayeramos
sino para caer con menos dolor.
Yo os puse solo un ala, solo un ala tuve yo.
Así es como volamos, si falláis, fallo yo.
Apostamos un secreto al juego en el que gana
el que antes se deshace de un rencor.
Acabó pronto el juego,
nos quedamos sin secretos, no hubo perdedor.
Y, ahora,ya venimos de vuelta
tenemos los bolsillos llenos de recuerdos,
sabemos reconocernos sin mirarnos al espejo.
Ahora, quiero daros un poquito de mi tiempo,
para pintar sonrisas juntos, recogernos las lagrimas,
caernos al dar aviso y volar a la voz de ¡YA!
a ese rinconcito del alma donde apostamos secretos
para deshacernos de un rencor.