\"Ya no soy ni la sombra del ayer, quizá sí, no he perdido el niñato que llevo dentro, pero ya no soy lo que era, he cambiado, cambiado para bien, o al menos, así lo siento, porque me encuentro en paz conmigo mismo, ya me perdoné por mi ayer, perdoné a los del ayer.
Ya no soy lo que era, me he vuelto empático, simpático y muy carismático.
Ya no soy quien fui pues el ayer me enseñó tanto que ahora toca poner en práctica lo aprendido, vivo sin resentimiento, sin odio, no lo necesito, poco a poco le voy dando una misión, un propósito a mi vida y me siento bien con ello.
Ya no soy ni seré lo que fui, pues si tuviera que pasar nuevamente todo lo que pasé para llegar hasta acá, lo volvería a pasar porque cada día se siente bien, con más ánimos con más ganas de vivir, dejé las excusas porque si quiero lograr mis cometidos, tengo que trabajar en eso cada día, por mínimo que sea el esfuerzo, no lo infravaloraré porque cada acto cuenta.
Ya no soy, lo que era, ni volveré a ser, soy lo que soy por mi ayer, tratando de que mi futuro sea mejor\".
- Santiago Ch.