Freddy Kalvo

¡Sin prisas!

Nunca supe que me quiso

aunque yo la quise tanto

y el silencio fue un espanto

que impidió aquel paraíso.

 

Y su adiós tan de improviso

me produjo un cruel quebranto

y un profundo desencanto

pues llegó sin previo aviso.

 

Solo obtuve sus miradas,

coqueteos y sonrisas;

y en las noches estrelladas

 

el rumor de aquellas brisas

que decían extasiadas…

¡Ven abrázame sin prisas!