Le encantan las aventuras y las bromas con sus amigos y sus hijas. A veces incluso parece un niño tan desfasado en el tiempo y el espacio. Si siempre hay un niño dentro de nosotros, ¿por qué no disfrutarlo? El Pirata del Caribe quiere la diversión, liberar el alma de las tristezas y ver a los demás felices con risas ampliadas y sentidos. ¿Pero para eso se necesita un Pirata del Caribe? Sin duda, ¿cómo conseguimos una diversión tan completa sin un atuendo y un aspecto tan mágico? La magia nos libera la imaginación y transporta el deseo que más nos gusta sentir.