Cuando una voz de cantautor calla, hay un instante de nostalgia, escucharemos algunas de sus canciones y puede que incluso alguna lágrima, resbale de nuestros ojos.
Eternamente tuyo, tú mano quiero sentir.
Así, con sus palabras que al oírlas también son nuestras, tocan nuestra alma y cuerpo y reconocemos su sentir, nuestro sentir.
Adiós a Pablo Milanes. Desde la Habana, hasta Madrid . Para el mundo entero.