La muerte de un poeta deja vida
con letras y canciones inspiradas
eterno soñador con alas blancas
cantándole a la paz con poesía,
cantándole al amor con bellas rimas
aún bajo tormentas de las balas
pues lleva hasta en su sangre la alborada
que anuncia que ha llegado un nuevo día.
Se va, pero se queda su legado,
nutrido de esperanza y compromiso
con signo caribeño a lo cubano
que nunca morirá, más deja heridos,
a muchos corazones que han llorado
así como ha llorado ahora el mío.