MIGUEL CARLOS VILLAR

Exaltación (Dime mujer)

 

 

 

Dime mujer,

espejo

de resquebrajados recuerdos,

de inexpugnables montañas,

de invadeables barrancos,

de intransitables caminos

e insondables espacios,

dónde

recostar mi cabeza,

para

que tus dulces palabras colmen mis oídos de dicha.

 

Dime mujer,

arcilla de amor,

fértil huerto

y acequia de rebosante libídine,

dónde

reposar mis manos,

para

moldear tu anhelado cuerpo con mis caricias.

 

Dime mujer,

idílica melodía,

sonoro universo de celestiales cantos

y divina cítara,

dónde

encontrar la dominante nota,

para

componer con mis besos la más bella sinfonía.

 

Dime mujer,

ascua de deseos,

eterno fuego de mis noches en vela

y fragua de mis pasiones,

dónde

encontraré refugio,

para

acrisolar en él mi verdadero amor.

 

¡No!, no digas nada mujer,

déjame

ser tu Livingstone,

para

descubrir de nuevo

el truncado manantial de dicha

de nuestra frustrada juventud.