Pyck05

LLEGĂ“ EL SILENCIO...

Llegó el silencio,
no trajo gabardina
ni otro ropaje.

Con él, desnudo,
camino por la vida,
sin saber dónde.

Yo le pregunto,
sin frases ni palabras,
y él me responde.

Así charlamos,
sabiendo que, en el fondo,
nos entendemos.

Hay muchos ratos
de calma y de sosiego
en nuestros pasos.

Pero en algunos,
hay gritos y alaridos
inexplicables.

Son de las almas
que ansían compañía
y la precisan.

Son de los niños
que buscan las sonrisas,
en los demás.

Por eso pienso
lo bueno y lo perverso
de este silencio.

Todo en su punto,
también en su momento,
y sin pasarse.

¡Llegó el silencio!!,
decía en el comienzo,
y al empezar.

¡Pues que se espere!,
me digo, ya que hay niños
en el poema.

Rafael Sánchez Ortega ©
23/11/22