ENVÍAME UN ABRAZO
No sé si te darás cuenta
de lo poco que necesito.
¿Amor? No te lo pido.
Momentos que sentimos
nosotros, los hombres,
cuando nos sentimos
tristes, que nos lleva
al desamparo,
al no sentirnos
protegidos por los brazos
fraternales de la amistad.
Tengo un amigo,
que permanece fiel,
constante, permanentemente,
a mi lado…
y su amistad, es parte
de la alimentación
que recibe mi alma.
Mi amigo, Jesús,
que estoy seguro
también ha de ser el tuyo.
No es la primera vez
que me escuchas estar triste,
tampoco ha de ser la última.
Porque la vida es así.
Y no pienses que no la acepto.
¿Cómo no aceptar
si tengo vida?
Pero en MI vida,
como en la tuya,
necesitamos de un abrazo.
Ese abrazo sincero
Y sentido en todo
el cuerpo, con la verdad
de tu alma.
¿Tú amiga, amigo,
no lo necesitas?.
TE LO ENVÍO,
CON TODO EL SENTIR
DE MI ALMA.
Aquí me quedo,
Esperando el tuyo, amiga, amigo.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 30/04/2015)