Quisiera ser como el viento,
un eterno volador,
para correr por tu amor
y dejar de estar sediento;
convertir ese lamento
en expresión de fervor,
y surcar con gran valor
tu cuerpo por un momento;
despeinar esos cabellos
con mis dedos invisibles,
y provocar los destellos
de tus deseos posibles:
gozar, como gozan ellos,
tus momentos increíbles...