Allí va el tren en su camino con el camino correcto, ni siquiera puede salir en un rumbo incierto, tal es la dureza de este transporte. No deja de extraño quién inventó el tren, no nos dejó libertad sin salir de esas líneas paralelas que no se cruzan pero terminan entrelazar vidas de pasajeros o de alguien que nos espera. Porque razón los carruajes casi segregan la sociedad en ricos o pobres. El tren incluso ciego, nos lleva al destino, pero no deja mezclar lo rico con lo pobre. Si es ciego, apoyado por dos líneas. ¿La máscara apenas tiene la segunda clase para socializar con la primera?