En donde los poemas se aburren
y los “te quiero” no valen nada,
sólo el tinto mitiga la andanza
y el silencio se vuelve tardanza.
En donde el sentimiento se libra
a golpe de engaños y sin amor,
llora la guitarra, vibra y grita,
cree que estás aquí y no es así.
La costumbre mata y el fuego…
la verdad, solo me entibia,
¿maldita sea, que hago aquí?
estoy atado a la voz del mundo.
La eternidad espera y duele,
el valor de amar se ahoga,
tanto sufrir y tanto llorar,
no es que no quiera, no puedo.
Y en esta tonta soledad,
creo que puedo renacer
en un amor inmarcecible,
en un amor que no esté herido.
No hay presencia sin gloria,
todos tenemos una historia,
algunos no tenemos estrella
y otros de suerte envestidos son.
Andrés Romo
Save Creative: 2204140915394